Ágata es una colombiana espectacular, de figura compacta y muy femenina, que combina un cuerpo cuidado con una actitud magnética difícil de olvidar. Su estatura de 1,60 le da un aire cercano y accesible, pero su presencia llena cualquier espacio en cuanto aparece.
Su pecho generoso de 80 realza sus curvas y potencia esa silueta armoniosa que llama la atención sin necesidad de exagerar nada. Sabe cómo moverse, cómo inclinarse y cómo mirar para convertir incluso los gestos más simples en algo sugerente y elegante a la vez.
La piel de Ágata tiene ese tono cálido tan característico de su tierra, y en su sonrisa se intuye tanto la alegría caribeña como una picardía juguetona. Cuando te habla, su acento colombiano suena suave y musical, creando una cercanía instantánea que invita a relajarse, confiar y dejarse llevar por la experiencia que propone.


















